La flacidez de la piel es una preocupación estética habitual que puede afectar tanto a hombres como a mujeres. A medida que envejecemos, la producción de colágeno y elastina disminuye, haciendo que la piel pierda firmeza y elasticidad. También puede aparecer tras una pérdida de peso considerable, el embarazo o como consecuencia de un estilo de vida sedentario.
Afortunadamente, existen tratamientos no invasivos que ayudan a mejorar visiblemente la firmeza de la piel. En este artículo te contamos qué es la flacidez, cuáles son las zonas más afectadas, y qué opciones existen —incluyendo técnicas como la maderoterapia, que puedes encontrar en clínicas como MyCliniq.
¿Qué es la piel flácida y por qué aparece?
La piel flácida es el resultado de una pérdida de tensión en los tejidos dérmicos, provocada principalmente por:
- Reducción del colágeno y la elastina.
- Cambios hormonales (menopausia, postparto).
- Adelgazamiento repentino.
- Falta de tono muscular.
- Exposición solar sin protección.
- Factores genéticos y edad.
El aspecto más común es una piel «colgante», sin firmeza, que no recupera su forma tras estirarla o moverla. A menudo va acompañada de otros signos como arrugas o celulitis.
Tratamientos para piel flácida: ¿qué opciones existen?
El tratamiento para la flacidez dependerá del grado, la causa y la zona afectada. Entre las opciones más utilizadas se encuentran:
- Radiofrecuencia: estimula el colágeno mediante calor controlado.
- Ultrasonidos focalizados (HIFU): penetran en capas profundas para tensar la piel.
- Mesoterapia: inyecciones de principios activos reafirmantes.
- Ondas de choque: activan la microcirculación y regeneración tisular.
- Terapias manuales como la maderoterapia: que combinan activación circulatoria y remodelado.
Cada tratamiento tiene sus indicaciones concretas y puede adaptarse a distintas partes del cuerpo.

Maderoterapia como tratamiento reafirmante
La maderoterapia es una técnica que utiliza instrumentos de madera para realizar masajes intensos y profundos sobre la piel. Aunque su origen es ancestral, hoy se aplica en centros especializados por sus múltiples beneficios:
- Estimula la circulación sanguínea y linfática.
- Mejora la producción de colágeno y elastina.
- Favorece la eliminación de toxinas.
- Mejora la textura y firmeza de la piel.
La maderoterapia está especialmente indicada en casos leves o moderados de flacidez, y es muy utilizada en zonas como abdomen, brazos, glúteos y piernas. Su aplicación regular ayuda a redefinir el contorno corporal y mejorar el aspecto de la piel de forma progresiva.
Tratamiento para piel flácida en brazos
Los brazos son una de las zonas más sensibles a la flacidez, especialmente en mujeres a partir de los 40 años. El tejido es fino, y si no hay tono muscular que lo sostenga, tiende a descolgarse con facilidad.
Entre los tratamientos más aplicados en esta zona destacan los masajes reafirmantes, técnicas de radiofrecuencia, y terapias manuales como la maderoterapia. La combinación con ejercicio físico moderado y alimentación rica en proteínas puede potenciar los resultados.
Tratamiento para piel flácida en piernas
La flacidez en muslos y cara interna de las piernas es habitual tras pérdidas de peso, embarazos o simplemente con el paso del tiempo. En esta zona, suele coexistir con retención de líquidos y celulitis, lo que complica su tratamiento.
Algunas técnicas que pueden aplicarse para mejorar la firmeza incluyen:
- Estimulación tisular mediante ultrasonidos o radiofrecuencia.
- Drenaje linfático manual o con aparatología.
- Maderoterapia, por su capacidad de reactivar la circulación y reafirmar.
Es importante valorar cada caso individualmente para seleccionar la opción más adecuada.

Tratamiento para piel flácida en el abdomen
El abdomen es una de las zonas que más preocupa, especialmente tras embarazos o procesos de adelgazamiento. Aquí, la piel puede quedar más distendida y con menos capacidad de recuperación.
Se pueden aplicar tratamientos como:
- Terapias que estimulan el colágeno (radiofrecuencia, ultrasonidos).
- Terapias manuales intensas como la maderoterapia.
- Asesoramiento nutricional para evitar déficit de micronutrientes clave.
El abdomen responde bien cuando se trabaja de forma constante y con un plan adaptado a cada caso.
¿Cuándo se recomienda empezar el tratamiento?
Cuanto antes se actúe sobre la flacidez, mejores serán los resultados. Las técnicas no quirúrgicas funcionan mejor cuando la pérdida de firmeza es leve o moderada. En casos más avanzados, pueden utilizarse para mejorar el aspecto general o como complemento a otros procedimientos médicos o quirúrgicos.
¿Qué beneficios se pueden esperar?
Los tratamientos para piel flácida pueden ofrecer:
- Mayor firmeza y elasticidad cutánea.
- Mejora del contorno corporal.
- Reducción del aspecto “colgante”.
- Piel más tersa y uniforme.
- Bienestar físico y emocional al recuperar seguridad con el cuerpo.
La clave está en ser constante, seguir las indicaciones profesionales, y acompañar el tratamiento con buenos hábitos de vida.
En resumen
Combatir la flacidez de la piel es posible sin recurrir necesariamente a la cirugía. Gracias a opciones como la radiofrecuencia, la mesoterapia, los ultrasonidos o técnicas manuales como la maderoterapia, muchas personas pueden recuperar una piel más firme y saludable.
Si te preocupa la flacidez y quieres explorar qué tratamiento se adapta mejor a ti, lo ideal es acudir a un centro especializado donde puedan realizarte una valoración profesional y diseñar un plan personalizado.
Preguntas frecuentes sobre el tratamiento para la flacidez
¿La piel flácida se puede eliminar sin cirugía?
Sí, siempre que se actúe a tiempo y el grado de flacidez no sea extremo. Los tratamientos estéticos actuales ofrecen buenos resultados.
¿Cuántas sesiones se necesitan para ver resultados?
Depende del tratamiento y del estado de la piel. Algunas técnicas requieren entre 6 y 10 sesiones para notar mejoría visible.
¿Se puede tratar la flacidez en varias zonas al mismo tiempo?
Sí, muchos tratamientos permiten trabajar de forma simultánea en diferentes áreas del cuerpo, adaptando la intensidad a cada una.
¿Qué es mejor: radiofrecuencia o maderoterapia?
Son técnicas distintas con beneficios complementarios. La elección depende de la valoración profesional y las características individuales del paciente.